En Cuba el tiempo no tiene valor. No es una mercancía. La gente puede estar apurada algunas veces, pero no siempre. Al no tener valor, no importa malgastarlo. De hecho no se puede mal gastar el tiempo, porque el tiempo no se gasta (bien o mal). Simplemente pasa. Como no se puede gastar el tiempo todo funciona como el culo, pero a nadie le importa. Les da lo mismo esperar cinco minutos que una hora para algo. Pero no es que estén resignados y acostumbrados, es que en su mentalidad no entra el concepto de gastar el tiempo, ni propio ni ajeno. Es por esa razón que no es de extrañarse que te hagan esperar por las cosas mas ridículas. La cajera de una tienda puede estar hablando con su novio por teléfono y hay cinco personas esperando en la caja. Nadie le dice nada, total para qué, si no están perdiendo nada.
En la mayoría de las casas hay como mínimo un reloj, lo más común es que haya dos o hasta tres. Todos puestos en lugares visibles, con números grandes. Ninguno funciona. En Cuba los relojes no funcionan. Paré a un tipo por la calle y le pregunté la hora y su reloj no funcionaba.
Es cierto que en los últimos años llevar reloj (que funcione) se convirtió en un hecho de status social. Muestra a los demás que uno tiene dinero. Si no fuera por eso, los relojes serian inútiles. Nadie se toma su trabajo muy en serio y llegan todos tarde (siempre está la excusa del transporte). Hay quienes dicen que los relojes en las casas no funcionan porque nadie va a malgastar el dinero en una pila. Yo fui a casas con relojes a cuerda y tampoco estaban funcionando. ¿Para qué van a funcionar? Es un objeto tan obsoleto como la idea de tratar de pagar una casa con bloques de sal.
Es por eso que el tiempo no se mide en horas, minutos y segundos, sino en "ahorita" "más tarde" o "mañana".
Vivir en una sociedad donde el tiempo no tiene precio debe ser hermoso, sobretodo porque uno se puede pasar horas en el cibercafé sin que le cobren. No es mi caso, así que ahorita mismo me despido porque más tarde tengo que ir a comprar un pasaje para mañana.
En la mayoría de las casas hay como mínimo un reloj, lo más común es que haya dos o hasta tres. Todos puestos en lugares visibles, con números grandes. Ninguno funciona. En Cuba los relojes no funcionan. Paré a un tipo por la calle y le pregunté la hora y su reloj no funcionaba.
Es cierto que en los últimos años llevar reloj (que funcione) se convirtió en un hecho de status social. Muestra a los demás que uno tiene dinero. Si no fuera por eso, los relojes serian inútiles. Nadie se toma su trabajo muy en serio y llegan todos tarde (siempre está la excusa del transporte). Hay quienes dicen que los relojes en las casas no funcionan porque nadie va a malgastar el dinero en una pila. Yo fui a casas con relojes a cuerda y tampoco estaban funcionando. ¿Para qué van a funcionar? Es un objeto tan obsoleto como la idea de tratar de pagar una casa con bloques de sal.
Es por eso que el tiempo no se mide en horas, minutos y segundos, sino en "ahorita" "más tarde" o "mañana".
Vivir en una sociedad donde el tiempo no tiene precio debe ser hermoso, sobretodo porque uno se puede pasar horas en el cibercafé sin que le cobren. No es mi caso, así que ahorita mismo me despido porque más tarde tengo que ir a comprar un pasaje para mañana.
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