martes, 27 de mayo de 2008

Más bondis locos

Hay ciertos rituales que nunca fallan. Cuando viajo por cualquier lado, me preguntan de donde soy y respondo argentino; “MARADONA” grita la gente. También hay una versión más europea y siglo XXI del grito: “MESSI”. Claro que la cosa no termina allí, ya que el tema suele derivar en lo gastronómico, para hablar de la carne, lo que es un buen asado. Siempre se llega a esa figura bastante famosa y muy incomprendida: el mate. En torno a este tema muchas preguntas siempre surgen ¿Cómo se prepara? ¿Es alucinógeno? ¿Te da ataques de risa? ¿Cuál es su origen? ¿A qué edad se empieza a tomar mate? ¿Qué cosa realmente es el mate? Yo siempre cuento que es una infusión que se bebe de una forma excéntrica; ¿Y para que sirve? Me preguntan los que creen que las cosas sirven para algo o no sirven para nada. Creo que la mejor respuesta la dio una mujer gorda que dijo que el mate funciona con el efecto inverso del televisor: Cuando uno esta acompañado lo usa para hablar y cuando esta solo lo usa para pensar. Como yo lo de pensar no lo hago muy seguido solo tomo mate en compañía de otros argentinos. Si bien Barcelona esta plagado de argentinos poco son los que se encuentran en mi círculo social, por eso en el viaje a Marruecos, acompañado de dos argentinos, siempre teníamos el termo bajo el brazo y la yerba en la mochila.
Tomar mate en la playa, el la terraza del hotel o en la habitación era normal, pero tomarlo a bordo de un bondi loco a mi parecer era exagerado. Los demás pasajeros siempre nos miraban raro y muertos de risa cada vez que preparábamos mate. Es que el hecho de preparar el mate es todo un rito que incluye llenar el recipiente de yerba, agitarlo, introducir correctamente la bombilla, verter el agua de una manera muy específica, en especial los dos o tres primeros mates. Sin duda los curiosos creían que era algún tipo de droga y algún osado hasta se atrevió a probarlo a bordo. Eso sin contar que cuando perdimos la bombilla improvisamos una nueva agujereando un bolígrafo. La gente debía pensar que fumábamos crack. Además ese rito se repetía varias veces en un viaje por que la yerba con el uso se lava, es decir pierde su capacidad de impregnar de sabor al agua. En ese momento hay que tirarla y poner yerba nueva.
Con respecto a esto último hay algo interesante que se da gracias al efecto aerodinámico de los vehículos en movimiento. Tal efecto yo lo aprendí en los viajes de mi infancia y se puede expresar así “Toda sustancia que es arrojada fuera del vehiculo por la ventana delantera vuelve a entrar por la ventana trasera si la misma se encuentra abierta”. Cuanto mate candente en mi cara y cuantas manchas verdes en el tapizado del Renault 12 familiar tuvimos que soportar para poder formular el principio de la salida inversa de las sustancias de vehículos en movimiento, más conocido como el principio de Marquevichi, en honor a su formulador. El problema de este principio es que no es muy conocido aún, por eso cuando Santiago vació el mate por la ventana de un bondi loco no tuvo en cuenta que tres filas atrás había un militar durmiendo. Aclaremos una cosa, despertar a un milico marroquí echándole yerba caliente en la cara no es la mejor forma de hacer nuevas amistades. Luego de que el susodicho se retirara de los ojos los últimos restos de yerba nos lanzó una mirada de odio que nos hizo cortar clavos con el upite. Es que el militar tampoco conocía el principio de Marquevichi y creyó que la yerba se la arrojamos en la cara adrede. Luego de explicarle brevemente y en inglés lo sucedido el milico se fue unas cuantas filas de asientos más adelante diciendo algo en árabe que no sonaba como palabras de agradecimiento.
Es por eso que yo, como en una misión evangelizadora, voy aclarando que Argentina es más que Maradona y Messi, más que asado y mate. Argentina es una tierra de brillantes intelectuales que con abnegado esmero y esforzosa dedicación invierten sabiamente su tiempo en estudiar los fenómenos naturales para poder formular útiles principios que nos faciliten la vida a todos y nos eviten situaciones como la que yo viví en ese trágico autobús de Marruecos. A ellos va dedicado este texto.

4 comentarios:

  1. Feliz cumple Pablito!!!
    Aguanten los bondis locos!
    --
    alecu

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  2. ja,ja,ja,principio de Marquevichi...muy bueno!!!

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  3. Desopilante el relato. La formulación del principio de Marquevichi no podría ser más ajustada - las anécdotas de este viaje se ponen cada vez mejores (y se complementan con las de Javier en Buenos Aires)!

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  4. Hay Pablito!! que narrativa más puntillosa!! Ya casi te podés publicar un libro!!
    Dejame decirte que acá pasa lo mismo, te preguntan mucho: Qué te hace el mate? y yo me divierto respondiéndoles que te hace ir al baño, y a las nenas que es antioxidante y diurético, no sabés a cuantas bebedoras de café he convertido en fanáticas del mate que hoy aprovechan sus beneficios haciéndole la competencia a los spas reductivos!!

    Te mando un besote enorme, todavía andás por el este?

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