Quizás pocos lugares despierten la imaginación como lo hace la zona de Transilvania, en Rumanía. En este lugar nació Vlad Tepes Draculea, también conocido como el Conde Drácula. En Barcelona los rumanos tienen fama de ser ladrones, sucios y poco amables. Nada más lejos de la verdad, en mi experiencia. Rumanía me pareció seguro, limpio, moderno y muy bonito. Nos alojamos en Brasow, ciudad medieval que es como la capital de Transilvania. En esta ciudad se encuentra la catedral gótica más grande del este de Europa y tiene la particularidad de ser negra. El color se lo dio un incendio hace muchos años y la dejaron así. La parte antigua de la ciudad está en el valle entre dos montes y la plaza del centro, además de poseer wireless gratis, tiene una gran vista de ambas laderas. A un costado de la ciudad se ven los restos de una antigua muralla, y al otro las torres de vigilancia, hoy transformadas en museos.
A menos de una hora de bus se encuentra el pueblo de Bram, donde está el castillo de Bram, que es conocido como el castillo de Drácula. En lo alto de una loma está la edificación que originalmente era un fuerte de soldados. El castillo es muy pequeño y al recorrerlo uno se hace una idea de cómo era la vida en aquellos días. Vale la pena ir, pagando la entrada algo excedida en el precio. Pero hay que aguantar a los cientos de turistas, que a diferencia de uno que va callado sacando fotos, van a los gritos. Al salir del castillo están los típicos puestos de cualquier lugar turístico donde venden tazas de Drácula, camisetas, cartas, llaveros, rompecabezas, espadas, condones y todo lo que uno pueda imaginar. Nosotros no le dedicamos mucho tiempo a esto y nos fuimos a Rasnov, pueblo vecino. En el hay un antiguo fuerte que fue base de operaciones de toda la región en la lucha contra los turcos.
Al día siguiente quisimos ir al pueblo de donde Drácula es oriundo. Por un error de interpretación más la mala intención del conductor nos tomamos un bus que nos condujo tres horas en sentido contrario. Entre la ida y la vuelta perdimos todas las horas de luz. Al día siguiente, mejor informados, llegamos hasta Sighisoara, pueblo donde nació Vlad Tepes Draculea. En su casa natal hoy hay un restorante y es casi lo único turístico del lugar. El pueblo está en un estado bastante ruinoso y éramos los únicos turistas. Este pueblo conserva aún hoy todas sus murallas, así como las puertas de acceso y las torres de vigilancia. A un costado del pueblo, sobre lo alto de la cuesta y dentro de la muralla se encuentran la escuela, la iglesia y el cementerio. Para llegar hay que transitar por una escalera de ciento setenta y cuatro escalones. Entre el frío de la montaña y esa subida a mi me llama la atención que la deserción escolar no sea total en ese pueblo.
Entre el mito y la realidad, entre la leyenda y la historia, Transilvania hoy sabe sacar provecho del atractivo turístico que despierta su hijo más renombrado. Hay que poder ver más allá de las pegatinas de murciélagos en todos los negocios, los colmillos de plástico que te venden en cada tienda o las figuras del famoso Conde. Hay que poder ver que Transilvania es una hermosa región de montañas boscosas, con pueblos medievales llenos de encanto y, sobretodo, gente amable y servicial.
A menos de una hora de bus se encuentra el pueblo de Bram, donde está el castillo de Bram, que es conocido como el castillo de Drácula. En lo alto de una loma está la edificación que originalmente era un fuerte de soldados. El castillo es muy pequeño y al recorrerlo uno se hace una idea de cómo era la vida en aquellos días. Vale la pena ir, pagando la entrada algo excedida en el precio. Pero hay que aguantar a los cientos de turistas, que a diferencia de uno que va callado sacando fotos, van a los gritos. Al salir del castillo están los típicos puestos de cualquier lugar turístico donde venden tazas de Drácula, camisetas, cartas, llaveros, rompecabezas, espadas, condones y todo lo que uno pueda imaginar. Nosotros no le dedicamos mucho tiempo a esto y nos fuimos a Rasnov, pueblo vecino. En el hay un antiguo fuerte que fue base de operaciones de toda la región en la lucha contra los turcos.
Al día siguiente quisimos ir al pueblo de donde Drácula es oriundo. Por un error de interpretación más la mala intención del conductor nos tomamos un bus que nos condujo tres horas en sentido contrario. Entre la ida y la vuelta perdimos todas las horas de luz. Al día siguiente, mejor informados, llegamos hasta Sighisoara, pueblo donde nació Vlad Tepes Draculea. En su casa natal hoy hay un restorante y es casi lo único turístico del lugar. El pueblo está en un estado bastante ruinoso y éramos los únicos turistas. Este pueblo conserva aún hoy todas sus murallas, así como las puertas de acceso y las torres de vigilancia. A un costado del pueblo, sobre lo alto de la cuesta y dentro de la muralla se encuentran la escuela, la iglesia y el cementerio. Para llegar hay que transitar por una escalera de ciento setenta y cuatro escalones. Entre el frío de la montaña y esa subida a mi me llama la atención que la deserción escolar no sea total en ese pueblo.
Entre el mito y la realidad, entre la leyenda y la historia, Transilvania hoy sabe sacar provecho del atractivo turístico que despierta su hijo más renombrado. Hay que poder ver más allá de las pegatinas de murciélagos en todos los negocios, los colmillos de plástico que te venden en cada tienda o las figuras del famoso Conde. Hay que poder ver que Transilvania es una hermosa región de montañas boscosas, con pueblos medievales llenos de encanto y, sobretodo, gente amable y servicial.
Tienes razón se ve todo muy bonito. Aunque como en todos lados sacan provecho de un mito, y para chupasangres aquí nos sobran. Espero que tengais buenas fiestas y un feliz año nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminarPablo,
ResponderEliminarMuy bueno el blog, dan ganas de viajar jejej
Slds,
PBL
es hermoso,sobre todoelùltimopueblodelasfotos. es un mito que a mi siempreme impresionò, el mito de un amor loco y malsano màs que un mito de terror,la pelìcula de coppola lo pinta bien. aquì se han puesto de moda de nuevo los vampiros,de la mano de las mil series de cable sobre el tema y de la saga d crepùsculo en elcine. no sè a los yanquis què les pasa que estàn tan obses con el tema. cuando estaban obses con los extraterrestres se entendìa desde la guerra frìa. ahora? la invasiòn interna que les puede cambiar la identidad? què serà? beso.
ResponderEliminarAyyy Pablito!! Con vos, es como tener una sucursal de la guía routard siempre a mano!!. Disfruto mucho de tus viajes!!. Te pusiste como meta recorrer todo el mundo antes del 2010?, jajaja!! Te mando besos y muy felíz 2009, donde te agarre!!
ResponderEliminarAna