sábado, 4 de noviembre de 2006

Tulum...

Temprano por la mañana, tipo 10:00hs, después de desayunar, me tomé el ferry para salir de Isla Mujeres, con destino Tulum. El impiadoso sol del Caribe, el viento en la cara y un arcoiris a tres metros de mis ojos formado por las gotas del mar que saltaban a los costados del veloz barco, me acompañaron en el viaje. Arribé a las orillas de Cancún, desde allí me tomé un bus y tres horas después estaba en Tulum. Este lugar se caracteriza por tres cosas.
  • Por tener unas pequeñas ruinas mayas, las únicas construidas en la costa. Los mayas eran unos genios de la astrología. En una las ruinas hay una especie de reloj solar al que, en cada solsticio o equinoccio, la luz solar lo atravesaba y proyectaba un pequeño punto de luz sobre la escultura de alguna divinidad. Tenían dos calendarios, uno según el año solar y otro acorde con el ciclo lunar. Ambos terriblemente precisos. Las ruinas no son gran que, pero se alzan sobre un acantilado de doce metros sobre la costa y toda la construcción fue concebida como una fortaleza. Tiene una pequeña pero acogedora playa a un costado, por donde se hacía el comercio marítimo. Tiene también una protección natural por el coral que hay en el mar, este hacía que los barcos naufragasen si no eran guiados por la luz de un faro que había en el templo principal. Hermosas ruinas.
  • Una playa increíble. Esto si que es el Caribe de las fotos. Más de diez kilómetros ininterrumpidos de playa casi desierta. Dicen que es el único lugar de la costa caribeña mexicana que todavía se conserva algo virgen, sin mega hoteles o cosas por el estilo. La arena blanca, el mar verde turquesa, el agua caliente, los pescaditos nadando. Todo lo clásico de las películas del Caribe.
  • Es la capital mundial de los mosquitos. Menudos hijos de puta. Como aún hay una abundante selva y es un lugar muy húmedo, los mosquitos se atrincheraron en Tulum y le declararon la guerra al hombre. Y la están ganando.
En fin, un hermoso lugar para pasar unos días, sin nada mejor que hacer que estar tirado en la playa, nadar un poco o practicar malabares. Mi intención era quedarme una noche, pero por asuntos de faldas finalmente me quedé tres. Ahora, por un tema de calendario, me veo forzado a acelerar un poco mi viaje y hacer diecisiete horas en bus para llegar a San Cristobal de las Casas, capital del estado mexicano de Chiapas.

2 comentarios:

  1. Niiiin! que grande eres... esa navaja es la que teniamos en menorca? vaya jodienda. por cierto, lo bueno de que te roben cosas por esos lares es que no te da el bajon de que el ladron es un mierdecilla hijo de papa, que roba por diversion o por tocar las pelotas. ahi al menos sabes que es por necesidad supongo.

    una vez mas y siempre, desde gijon al tanto de tus desventuras.



    PD: vaya polvazo eche ayer. si me vieras te sentirias tan orgulloso...
    saludos cuerporrfle!

    César

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  2. tu abuela se lamentaba "pobre pablo! le robaron su remera y su toalla y sus sandalias! pobrecito!" y yo me reìa pensando que hay algunos a los que le robaron en josè c.paz, en villa fiorito, en el andèn del tren sarmiento, en las calles de isidro casanova, y la verdad que me parece que el que te roben en las playas paradisìacas de mèxico es feo, muy feo (siempre es feo el atropello, aunque sea por poco o sea en el paraìso) pero la verdad, no da para los tremendos lamentos por vos de tu abuela. delicias del lugar de nieto.

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