martes, 7 de octubre de 2008

Orígenes

Yo quería ir a Ascoli Piceno. ¿Por qué? Allí no hay nada me decían los italianos a los que le contaba mi deseo. Yo quiero ir igual, porque es el lugar donde nació mi bisabuelo. De él heredé la ciudadanía italiana. Gracias a él gozo del privilegio de poder vivir en Europa tranquilamente sin que las autoridades me molesten.
Nos levantamos muy temprano para tomar un autobús y tres trenes con la intención de llegar al medio día. Teníamos los minutos contados para hacer los trasbordos y ningún retraso estaba permitido.
El primer problema surgió cuando para ahorrar, decidimos no pagar los trenes y pasó el inspector. Con muestra mejor cara de boludos le dijimos que queríamos comprar el pasaje abordo. Eso no era posible. Nos hizo bajar, aunque al final se apiadó de nosotros y nos dijo que volviéramos a subir a otro vagón.
El segundo problema surgió en el último tren, cuando arrancó de una de sus paradas y al observar por la ventana noté algo raro:
– Che boluda – le digo a Natalia – el tren arrancó para el otro lado... estamos yendo al revés.
Ascoli Piceno era la última estación en la línea. Habíamos llegado y, cinco minutos después, el tren volvía sobre sus pasos. Desesperados nos bajamos en la siguiente estación (que en realidad era la anterior).
El tercer problema surgió al mirar las vías
– Che boluda – digo – hay solo un par de vías.
Esta simple afirmación encerraba el hecho de que solo podía circular un tren a la vez. Por lo tanto teníamos que esperar una hora a que el tren del cual nos acabábamos de bajar llegue hasta la otra punta del recorrido, más otra hora a que vuelva para tomarlo en el sentido que nosotros necesitábamos.
El cuarto problema surgió al mirar nuestro entorno. Nos habíamos bajado en medio de la nada. En un pueblo que bien podía ser el escenario post apocalíptico de la película Mad Max.
Yo me quedé en la estación custodiando las mochilas y Natalia fue a buscar víveres que aseguren nuestra subsistencia en tan remoto paraje. Al minuto vuelve gritando que encontró un coche que nos llevaba hasta Ascoli Piceno. Cargamos nuestras mochilas al hombro, corrimos hasta el auto, hablamos en italiano las cuatro palabras de cortesía con la señora del coche.
– Che boluda – digo – metamos las mochilas atrás
– ahh... - dice la señora del coche – son argentinos, yo también, de Rosario.
Hicimos los catorce kilómetros con esta señora que hace diecisiete años vive en Italia. La charla en el auto fue un derroche de léxico argentino, donde "boludo" fue la palabra estrella. He de aclarar que tal derroche de términos rioplatenses sólo son permitidos en la exclusiva presencia de argentino y uruguayos.
Finalmente llegamos a Ascoli Piceno y valió la pena. Lejos de ser un pueblo donde no hay nada, es una ciudad con más de 2.700 años de historia. El punto comercial más importante en la ruta por tierra de sal proveniente del Adriático y que posteriormente fue conquistada por los romanos. Sin contar que es donde se inventó la famosa bebida alcohólica Meletti. Por sus calles irregulares se ven construcciones de diferentes épocas y estilos. En las afueras se ven ruinas romanas como la puerta de entrada a la ciudad, la muralla que la protegía o el teatro. Por toda la ciudad quedan las torres que las familias pudientes construían para ostentar su riqueza. De hecho el hostal en que nos alojamos esta sito en una de ellas.
Pero más allá de esta ciudad llena de bellezas, yo estaba fascinado al saber que este lugar esta ligado a mi historia prenatal. Para mi, que durante mucho tiempo creí firmemente que el universo empezó el día en que nací, caminar por las calles en que siglos atrás caminaron mis antepasados fue como estar en un sueño. Un sueño que tengo hace años. Un sueño hecho realidad. Uno de los tantos que, espero, se transformen en realidad en este viaje.

4 comentarios:

  1. me gustó la foto de "la mamma", jajajaja. estos tanos son la ostia. daniel

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  2. Os pasan unas cosas, pero que bonito al final, que sensación más linda conocer el pueblo de tu bisabuelo ¿verdad?

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  3. madrina de boda!octubre 08, 2008

    Che boludo,;-) no se te ocurrió pensar cuando andás por Barcelona que aunque sea UNA de tus antepasadas - aunque malagueña- caminaba esas calles?

    besos y safe return a los dos!!!

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  4. hermoso todo!

    sigan asi contando que nos hacen vivir un ratito cada lugar.

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