Llevaba tres días en la isla de Menorca y no había visto ni una puta playa. Ustedes pensarán que me volví loco. Dirán que era obvio, que un día le iba a pasar. No es así. En esta isla casi no hay playa. La gran mayoría de la costa es de roca y acantilado. Las únicas playas son aquellas que se encuentran en la punta de alguna entrada del mar. Una playa de no más de veinte metros de largo, rodeada de unos acantilados que le hacen de escollera, estando a unos doscientos metros de mar abierto.
Una anécdota: Un día, un menorquín nos recomienda ir a una playa muy bella, a unos tres kilómetros de donde estábamos. Nos pusimos la mochila al hombro y bajo el sol empezamos a caminar. Caminar, caminar y caminar. Resultó ser que tal playa era inexistente, sí había una entrada del mar, unas decenas de barcos estacionados por allí, unos acantilados y algunas casas. Había una bajada al mar entre las rocas y se podía nadar. Pero nada de arena. El lugar era hermoso, valió la pena ir, pero no había arena.
¿A qué mierda llaman estos menorquines playa?
Una anécdota: Un día, un menorquín nos recomienda ir a una playa muy bella, a unos tres kilómetros de donde estábamos. Nos pusimos la mochila al hombro y bajo el sol empezamos a caminar. Caminar, caminar y caminar. Resultó ser que tal playa era inexistente, sí había una entrada del mar, unas decenas de barcos estacionados por allí, unos acantilados y algunas casas. Había una bajada al mar entre las rocas y se podía nadar. Pero nada de arena. El lugar era hermoso, valió la pena ir, pero no había arena.
¿A qué mierda llaman estos menorquines playa?
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